Antología de un idealista inquieto

Miguel Villa nace el 22 de marzo del 89... 4 años despues de un terremoto devastador, el mismo año de la caída del muro de Berlín y cuando Salinas llevaba 3 meses en la presidencia... todo esto, no tiene nada que ver. De pequeño siempre fue bastante sencillo y sin chiste, introvertido... Entró al colegio Panamericano, lugar donde no tenía nada que hacer y que contribuyó simplemente en el poco inglés que Miguel sabe.

Llevaba una excelente relación con su primo Jorge, que sólo es 1 año mayor y que dejó una huella imborrable al momento de su partida a Veracruz... una de las grandes tristezas de Miguel. Jugaba en casa de su abuela, y en todos aquellos recuerdos se encuentra Jorge, no había fin de semana que no compartieran... jugaban a pescar en Acapulco, a hacer obras de teatro y a imaginar un mundo paralelo (que frustraba a Miguel cuando él se daba cuenta de que nunca vería cosas como las que imaginaba)... el fútbol nunca fue su fuerte... aunque lo difrutaba bastante.

Se cambió de escuela al pasar a 3º de primaria y cayó por azares del destino en el Instituto México. A partir de ahí la vida le pintó de una forma distinta, tuvo que dejar atrás la introversión y conoció personas que ha apreciado todos los días de su vida... su maestro, Raymundo Rodríguez Fonseca, le enseñó lo mucho o poco que sabe de ortografía, redacción y gramática... es ahí cuando se tornó un poco obsesivo por todo lo que tiene que ver con la escritura.

Miguel disfrutó su infancia hasta el cansancio, soñando, imaginando... una obra de teatro sobre Peter Pan lo hizo pensar en la actuación.. quería ser actor... participó en un par de comerciales y siempre pensó en un buen futuro frente a las cámaras (jamás se imaginó después querer estar tras bambalinas). Disfrutaba de los videojuegos y las computadoras, jamás le encontró sentido a jugar con carritos, muñecos y demás... apasionado de la tecnología aún a su corta edad. Sus caricaturas siempre fueron Alvin y las Ardillas y Tom y Jerry, tampoco fue gran fanático de la televisión, aunque nunca se perdió las apariciones de Sam Bigotes en las caricaturas de los Looney Tunes.

Era fanático impresionante de las piñatas, iba a todas y cada una de las fiestas a las que era invitado para pegarle, y hasta en las fiestas que no estaba invitado, quería clavarse con tal de darle... se obsesionó con ellas.

Steven Spielberg y el cine hicieron aparición a la corta edad de Miguel (y es probable que ahí haya agarrado el gusto por el 7º arte)... vió E.T, película que lo conmovió hasta las lágrimas toda y cada una de las veces que la vió... nunca pudo ver el final de esa película sin derramar una lágrima... todo esto habrá sido como a los 7 años.

En su casa siempre fue enseñado a visualizar un objetivo y luchar por el hasta alcanzarlo, esa situación lo ayudó a salir adelante incluso en los momentos más difíciles. Amó siempre la sencillez de su vida y odió hasta el cansancio no poder comerse los "jitomatitos" de las plantas de la calle... Comía dulces todo el tiempo y ambas abuelas contribuyeron a ello, puesto que visitar cualquiera de las casas de ellas era sinónimo de dulce. Gustaba de unos desaparecidos dulces llamados "Esponjitas" que no eran más que azucar comprimida con saborizante y "Ricaletas"... (aún cuando ve cualquiera de los 2 los compra).

Hacía "caseteras" con el Lego, se pegó en la ceja derecha con el mueble de una computadora, se quemó el pecho con aceite, lo descalabraron al aventarle un limón, se quedó sin habla unos días por un golpe en el cuello, se fisuró los dedos por jugar "espiro", rompió camas, televisiones y muebles, se escondía debajo de las camas, le gustaba dibujar, les escribía diálogos a los libros para colorear, gustaba del pop, de Fey y de Onda Vaselina. Disfrutó su niñez.. y al igual que todos, le gustaría volver a vivirla...



De pequeño era todo un personaje, personaje que con el tiempo ha evolucionado y que ha formado lo que soy hoy en día, es bonito recordar aquella ingenuidad que todos teníamos, aquellos momentos de alegría que nunca repetiremos... despreocupación, imaginación, diversión... Hemos evolucionado, la niñez es una etapa más que hemos dejado en el pasado y que al igual que las demás... no podremos recuperar jamás... No day but today...

No olviden darse una vuelta por:

Vino sin Botellas
Nerakland

Que ya han cumplido este reto, y ojalá puedan cumplirlo:

Miguel
Talacheros
Lamk
Topo
Sheila