El de 1 cuaderno...
Pues ahora si, mañana es mitad de semana y todo parece indicar que la dificultad de la misma fue solo una falsa alarma, no puedo decir que estoy como en Disney (divirtiendome y disfrutando la magia de ser niño =P) pero tampoco podría decir que estoy desbordandome de trabajo... un buen equilibrio, tengo tiempo para mí, y tengo tiempo para la escuela.
Ya estaba escrito (recuerdalo aquí) estudiar Biología sería toda una hazaña, y hoy se supone debía tener los conocimientos frescos pues hoy sería mi examen de Biología, para que hecharles choro... nadie estudió, y cuando digo nadie... es nadie... NADIE!!! (Muajajaja me estoy volviendo loco) entonces, todo mundo comenzó a poner sus ojos sobre aquellos que tenían el examen antes que nosotros para intentar cazar las respuestas, hasta donde estoy enterado, nadie lo logró, por primera vez tuvimos que resolver el examen con nuestros conocimientos, aunque Náder (maestro de Biología) no contaba con que todo mundo se pasaría el examen. Al final, todo parece indicar que no me irá tan mal como creí.
Hoy me encontraba recordando (en alguna de mis múltiples clases de flojera) un hecho sucedido en 3º de secundaria en el Instituto México. Bueno, pues resulta que yo tenía un maestro de Música al que le apodabamos "El Pechocho" (no pregunten por qué, ya que ese ápodo no se lo puso mi generación y los ápodos de los maestros duran por mucho tiempo) ese maestro, cuando nosotros ibamos en 2º de secundaria, no nos enseñó jamaaaaaas a tocar la flauta (no sean tan imaginativos) y a fin del 1º mes, nos hizo una evaluación, en mi salón, tronamos 53 (eramos 53) y en los demás salones se repitió la historia, el carnalito reprobó a toooda la generación.. con 0 (na' más pa' que se imaginen la calaña de forastero).
Bueno pues estaba recordando que en 3º de secundaria aquél "querido maestro", en pleno acto cívico, tomó el micrófono y empezó a pedirle a Dios que nos convirtieramos al camino del bien (Que Jedi sonó eso) lo que realmente me sorprendió, fue que tuviera las agallas suficientes, como para pararse y empezar a decir todos los nombres de la gente que recordaba de 3º y que odiaba, recuerdo que dijo Ryan, Guzmán y no recuerdo los demás... un hecho que no se me olvidará, ya que ese maestro era odiado por todos, y la única manera que encontró para desquitarse con la gente que odiaba, era haciendo evidente lo que todos sabíamos, que eramos unos locos sin causa. Ahora, cada vez que hablamos del Pechocho, no podemos dejar de mofarnos de la cantidad de cosas que nos hizo, y aquí entre nos, el único que salió perdiendo... fue él.
En protesta contra el mundo por haberme hecho recordar a uno de los maestros que mas he odiado (Pechocho) y por haberme hecho sufrir todo el fin de semana, de puro coraje, el título, el post y la foto... no tienen nada que ver...
Hoy me encontraba recordando (en alguna de mis múltiples clases de flojera) un hecho sucedido en 3º de secundaria en el Instituto México. Bueno, pues resulta que yo tenía un maestro de Música al que le apodabamos "El Pechocho" (no pregunten por qué, ya que ese ápodo no se lo puso mi generación y los ápodos de los maestros duran por mucho tiempo) ese maestro, cuando nosotros ibamos en 2º de secundaria, no nos enseñó jamaaaaaas a tocar la flauta (no sean tan imaginativos) y a fin del 1º mes, nos hizo una evaluación, en mi salón, tronamos 53 (eramos 53) y en los demás salones se repitió la historia, el carnalito reprobó a toooda la generación.. con 0 (na' más pa' que se imaginen la calaña de forastero).
Bueno pues estaba recordando que en 3º de secundaria aquél "querido maestro", en pleno acto cívico, tomó el micrófono y empezó a pedirle a Dios que nos convirtieramos al camino del bien (Que Jedi sonó eso) lo que realmente me sorprendió, fue que tuviera las agallas suficientes, como para pararse y empezar a decir todos los nombres de la gente que recordaba de 3º y que odiaba, recuerdo que dijo Ryan, Guzmán y no recuerdo los demás... un hecho que no se me olvidará, ya que ese maestro era odiado por todos, y la única manera que encontró para desquitarse con la gente que odiaba, era haciendo evidente lo que todos sabíamos, que eramos unos locos sin causa. Ahora, cada vez que hablamos del Pechocho, no podemos dejar de mofarnos de la cantidad de cosas que nos hizo, y aquí entre nos, el único que salió perdiendo... fue él.
En protesta contra el mundo por haberme hecho recordar a uno de los maestros que mas he odiado (Pechocho) y por haberme hecho sufrir todo el fin de semana, de puro coraje, el título, el post y la foto... no tienen nada que ver...
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